La Ley 100 de Seguridad Social en Salud, en su artículo 153, numeral 9, contempla: “El Sistema establecerá mecanismos de control a los servicios para garantizar a los usuarios la calidad en la atención oportuna, personalizada, humanizada, integral, continua y de acuerdo con estándares aceptados en procedimientos y práctica profesional”. Uno de los servicios a los que se hace referencia es el farmacéutico, siendo necesario que las instituciones educativas formen talento humano idóneo para desempeñarse en los campos de acción correspondientes y para garantizar la prestación de los servicios conforme a las exigencias de la Ley.
Existen Químicos Farmacéuticos egresados de las cinco Facultades de Química Farmacéutica del país, que en su mayoría se han orientado a trabajar con la industria farmacéutica, cosmética y alimentaria, mientras que existen farmacias y droguerías a las que solo unos pocos profesionales se han dedicado, y en consecuencia están en manos de personas no calificadas.
Con miras entonces a cuir este vacío, poder garantizar una mayor eficiencia en los servicios farmacéuticos que se ofrecen a los usuarios y contribuir a una mejor atención en salud pública en la comunidad, se requiere de un Tecnólogo capacitado para ofrecer la atención con la calidad que la Ley demanda.
La formación de un Tecnólogo en Regencia de Farmacia garantiza, además, que la atención farmacéutica se preste de manera interdisciplinaria -y no aisladamente como ahora se presta- con personas calificadas, capaces de interactuar con otros servicios asistenciales, y de colaborar con pacientes, médicos, enfermeras y todo el equipo de atención en salud para el uso adecuado de los medicamentos.
Así pues, el Programa de Tecnología en Regencia de Farmacia, no sólo ofrece nuevas oportunidades de capacitación, a las personas de la región, sino que contribuye, con sus egresados, a mejorar la calidad de vida de la comunidad.
