Es en nuestros momentos de crisis o angustia en los que debemos buscar herramientas para silenciar las voces internas y externas.
El estrés y sacrificio que demanda la vida académica y laboral puede jugarnos una mala pasada si es que no estamos mental y emocionalmente preparados para hacerles frente.
Los problemas siempre van a existir. Sin embargo, está en nuestras manos resolverlos de una manera en la que no comprometemos la salud ni las tareas diarias.
Por tal motivo, resulta crucial generar mecanismos que nos ayuden a encontrar esa tranquilidad que tanto anhelamos. En la siguiente nota te mostraremos tres de ellos:
¡Vive feliz y en paz contigo mismo!