La educación se ha transformado de tal manera que los profesores deben buscar mecanismos para conseguir que sus alumnos asimilen los conocimiento y mejoren sus habilidades a través de una experiencia que los anime a superarse.  

En ese sentido, las estrategias de gamificación cumplen un rol fundamental para obtener resultados positivos, ya que bajo su carácter lúdico facilitan los procesos de aprendizaje.  

Estas se orientan al uso de técnicas correspondientes a dinámicas y juegos que propicien el desarrollo de una labor en relación a 4 pasos: la motivación, la acción, la recompensa y el logro. 

En la siguiente nota te mostraremos tres ideas de sistemas a poner en práctica en las actividades que realices con tus estudiantes:   

1. Desafíos: los alumnos compiten entre ellos -sea de forma individual, en parejas o en grupos- a fin de obtener un premio tras vencer en la actividad. 
2. Puntajes: se trata de que los estudiantes acumulen puntos luego de la correcta resolución de ciertos test o acciones, los cuales toman valor al final de la competición.
3. Niveles: implica la superación continua de los miembros del salón, pues el proceso requiere completar un reto anterior para poder seguir avanzando. 

A día de hoy existen plataformas digitales como Kahoot que ayudan a los docentes a realizar sus clases y evaluaciones sobre estos principios. ¡Anímate a probar este nuevo método!