A los lectores nos gusta coleccionar libros. Pero, en lo que respecta al orden, existen algunos a los que le cuesta más que a otros preocuparse realmente por sus textos y mantener ordenada la estantería. 

Los libros son una inversión y, por ello, debemos preocuparnos por darles todo el buen trato posible para que tengan una duración libre de polillas o páginas amarillas. 

Si tu eres de esas personas que compra muchas obras durante el año, pero no sabe cómo almacenarlas o cuidarlas, ¡no te preocupes! Aquí te mostraremos un par de consejos para que estas no sufran tantos daños: 

1. Posición: es preferible que los libros se encuentren en posición vertical. Si los acomodas uno encima de otro, a la larga, el peso dañará el lomo y la estructura de los que se encuentren abajo. 
2. Ten cuidado con los marcadores: al no encontrar separador a mano, algunos lectores usan mil y una estrategias para acordarse de la última página. Evita doblar las esquinas o usar hojas de árboles. Si es muy urgente, quizá debas apuntar el dígito en un lugar aparte o en tu muñeca. 
3. Limpieza y humedad: la humedad, el sol y el polvo son factores a los que el libro muy difícil puede resistir. Mantén tus libros alejados de estos y pásales un trapo seco cada dos semanas como mínimo. 

 ¡Tus ejemplares harán que tu biblioteca sea aún más perfecta!